JAUME DULSAT ABANDONA EL BARCO EN MEDIO DE LA TORMENTA EN LLORET DE MAR

No hay mal que por bien no venga. La renuncia de Jaume Dulsat abre un nuevo capítulo de esperanza para el pueblo de Lloret invadido por okupas, falta de industria y un narcotráfico que ha dado que hablar en los últimos procedimientos que existió en este pueblo maravilloso, ni hablar de los locales que se han dedicado a vender imitaciones y falsificaciones, que cada vez que hay una inspección han encontrado de todo.

Dulsat se encargó de hacer de Lloret una caja registradora para todos los que habitan el pueblo, creyó que vivía en Barcelona y que temas como el estacionamiento medido, el armado de zonas azules por todo el pueblo,  la incomodidad de ir a poner la bendita tarjeta y ni que hablar de los trámites engorrosos que se ha quejado medio mundo empresario cada vez que tenían que armar un emprendimiento.

Vemos hoy una churrera que se fue a mil kilómetros dejando su casa y demás por la cantidad de cosas que permanentemente le pedían.

A veces nos terminanos porque son la máquina de impedir y como ahora se podría desarrollar alguien en el sector privado cuando al entender de mucha gente no tuvo una buena gestión y habla muy mal de él irse tres meses antes de las elecciones, quizás porque ni quiere escuchar las críticas de la oposición a su gestión.

Una nueva oportunidad para Lloret de Mar, se acercan las elecciones y capaz este cambio sirva para que la gente  se de cuenta que Lloret de Mar tiene un potencial enorme sin explotar, donde muchas de las inversiones se van a ciudades cercanas que terminan siendo mas amigables para el inversor.

Ojalá que el sucesor empiece a tomar valor a los medios locales, dejando de gastar el dinero del pueblo en mantener una radio estatal, cuando hay necesidades en la población y apoyar a los privados en su labor diaria.

Estas elecciones tenemos opciones diferentes que vamos a empezar a mostrar, muchas de las cuales tienen un compromiso real con Lloret, un compromiso con la gente y no con su propio beneficio.