Cierre de temporada en Lloret de Mar. Los comerciantes haciendo sus últimos esfuerzos para vender.

Salimos a la calle a preguntarle a la gente, a los empresarios como fue la temporada.  En su mayoría dijeron fue muy buena pero no fue como la anterior. 

Sin duda España este verano explotó en turismo y Lloret de Mar lo sabe. Las plazas hoteleras se colmaron y los servicios de gastronomía  externo a los hoteles pudieron trabajar aún con los grandes prestadores de media pensión y all inclusive.

Que pudimos observar. La mayoría de los hoteles que dan media pensión y all inclusive no están basados en la calidad de los alimentos sino en poder facturar a buen precio para que la gente compre los paquetes. 

Ahí es donde la profesionalidad de los gastronómicos se hacen valer mejorando cada día sus ofertas, su don de atención y haciendo que el turista se sienta único. Servir un café con sabor a café como una bollería profesional no es lo caracteriza a la hotelería en general en Lloret pero si en los diferentes lugares gastronómicos de la ciudad donde encontramos una gran variedad de comidas.

Y en el último año también creció la competencia esto hizo que la calidad mejore y que Lloret de Mar vuelva a ser la opción que eljan unos cuantos para volver.

La pregunta del millón es como hacemos para que los comercios queden abiertos todo el año y que desde la gente que viene de Barcelona, o de Francia que este año fueron menos o paises como Inglaterra, Alemania en búsqueda de mejor clima puedan ofrecer una variedad sin cerrar sus puertas.

Ahí donde el Ayuntamiento tendría que promover políticas de apertura exceptuando de impuestos o premiando a los que todo el año mantienen puestos de trabajo, un tema para pensar.

Lloret de Mar comienza su letargo, muchos ya pensando en como invertir para la próxima temporada.